Obituario (ficticio) de Margarita Salas


La científica española Margarita Salas nos dejaba ayer a sus 79 años. Fue el asistente del hogar quien se encontró el cuerpo sin vida de Margarita al comenzar su jornada laboral. El joven entró en la habitación y encontró el cuerpo sobre la cama. Al llegar el equipo sanitario se confirmó la muerte por un paro cardíaco. Según comentó una vecina amiga de la fallecida, llevaba unos días con dolor y molestias.

El interés de Margarita Salas por las ciencias le vino desde pequeña al contar con la figura de su padre como médico. Pronto se trasladó a Madrid para iniciar sus estudios universitarios en medicina o química, aunque finalmente optaría por esta última.

Tras asistir a una conferencia de Severo Ochoa, Margarita Salas despertó su interés por la bioquímica. Animada por éste, realizo su tesis doctoral con Alberto Sols para poder hacer una estancia postdoctoral en el departamento de bioquímica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York junto a Severo Ochoa.

Después de tres años en Nueva York, Margarita Salas regresará a España junto a su marido, Eladio Viñuela. El matrimonio será el primero en introducir la investigación de la biología molecular en España, teniendo como tema de trabajo el estudio del fago Phi29. Eladio Viñuela decidió dejar que Margarita se encargara de dirigir todo el proyecto para lograr el reconocimiento que se merecía como científica y no la conocieran por ser ``la mujer de´´.

Además, dedico gran parte de su vida a la docencia impartiendo clases de genética molecular en la Universidad Complutense de Madrid. Fueron varios los estudiantes de su doctorado los que fueron escogidos para trabajar posteriormente en su laboratorio como parte del equipo.

Durante sus más de cincuenta años en la profesión, aunque no quería desviar la atención de su laboratorio, Margarita fue presidenta de la Sociedad Española de Bioquímica y dirigió el Instituto de Biología Molecular del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa entre otras cosas.

En 2007 se convirtió en la primera mujer española en ingresar en la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. El 18 de julio de 2016 inauguró la XVII Escuela de Biología Molecular Eladio Viñuela, que ella misma dirigía en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Su trabajo fue reconocido con numerosos premios como el Premio Nacional de Investigación Santiago Ramón y Cajal (1999), la Medalla del Principado de Asturias (1997) y la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo (2005). En octubre de 2014 el Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos de España le concedió el Premio a la Excelencia Química. Es la única mujer que tiene su figura en la galería de la ciencia en el Museo de Cera de Madrid.

“Este es un obituario ficticio realizado como práctica para la asignatura de Periodismo Especializado en Ciencia y Cultura.”

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